Ellos te muestran la cara que quieren que veas, pero nosotras estamos aquí, luchando.
Todas las imágenes de la marcha son de la fotógrafa Johanna Medellín, encuentra más de ella en: www.instagram.com/noviembrede2001
Ocho de marzo, fecha históricamente disidente, recuerdo de muerte y de lucha feminista por los derechos laborales, judiciales y humanos de las mujeres. En México se conmemoró con una marcha protestante, que para muchas, resultó el escape de la furia, la tristeza y el coraje. Que les dio la posibilidad de nombrar y ser nombradas, de exigir y de pelear por las suyas y las de todas.
En el estado de Nayarit se ha venido formando un contingente fuerte y aguerrido de mujeres. Mujeres víctimas directas o indirectas de los estragos del machismo y la impunidad del gobierno mexicano hacia los cada vez más crecientes y atroces feminicidios que nos hunden, que nos derriban y nos aplastan aun cuando los días son claros y ligeros y cuando caen sobre nuestros ojos las noches miedo recordándonos cuerpos, rostros y nombres ahora extintos.
En Tepic el contingente de mujeres vestidas de negro, verde y morado partió desde la hermana agua con aproximadamente mil mujeres, algunas con sus madres, otras con sus hijos, con sus hermanas y amigas levantando carteles por lo alto, emocionadas y un tanto nerviosas. La marcha fue breve pero poderosa, caminamos desde el monumento a la hermana agua, hasta la catedral de la ciudad. Ya en la marcha el sentimiento de hermandad fue impresionante, brincamos, lloramos y las nombramos, las nombramos a todas. Las mujeres que nos veían desde la calle o en sus trabajos levantaban su mano en señal de apoyo, otras sonreían y aplaudían conmovidas mientras el contingente gritaba a una voz “Mujer escucha, esta es tu lucha”.
Sin embargo a lo dicho, al poco tiempo de haber terminado la marcha comenzaron a circular en redes noticias falsas y amarillistas de parte de medios de comunicación “renombrados” en el estado que intentaron a todas luces desvirtuar el movimiento enfocándose NO en la lucha, NO en el propósito ni en la conmemoración, sino en las pintas de PROTESTA que se realizaron durante la marcha, dando una imagen destructiva del movimiento.
Lo cierto es que, cada vez somos más y estamos más dispuestas a PROTESTAR para poder vivir sin miedo. En años anteriores las marchas de PROTESTA las conformaban casi en su mayoría las integrantes de grupos feministas como La Colectiva Feminista y otros más. Pero ahora, mujeres de todas las edades y círculos sociales se unieron al movimiento, vimos muchos rostros muy jóvenes, una nueva generación de mujeres conscientes de su responsabilidad, cansadas y hastiadas de vivir inseguras.
Y aunque grupos de choque incluyendo a medios de comunicación locales aseguren que lo único que hace el feminismo es destruir sin lograr demasiado, omitiendo los tantos eventos, talleres, grupos de apoyo, conciertos, lecturas y demás que se organizan en el estado, nosotras seguimos el camino que nos dejaron nuestras ancestras, aquél grupo de mujeres obreras, explotadas y mal pagadas que PROTESTARON para conseguir el derecho al voto y a una vida laboral digna, aquél grupo de mujeres por las que ahora tenemos derecho a emitir una opinión pública.
Ellos te muestran la cara que quieren que veas, pero nosotras estamos aquí, luchando porque nos dejen de matar, acosar, violar, humillar del otro lado de sus noticias arribistas.
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